La Casa del Oidor

La edificación más antigua de la ciudad de Lima ubicada alrededor de la Plaza Mayor, es la Casa del Oidor, que fue construida a fines del siglo XVI por el tesorero de la corona, Alonso Riquelme. 

El nombre de este edificio se debe a que fue la sede de la administración de justicia de los magistrados nombrados por el Rey o Real Audiencia. Aquí habitaba el oidor, un enviado por los reyes de España para asesorar a los Virreyes. Las personas que lo conformaban tenían el encargo de escuchar las quejas del pueblo en la época colonial. En ese lugar se reunían las personas letradas, que conjuntamente en coordinación con el gobernante, resolvían los problemas de la ciudad.

Al principio, esta casona era de un solo piso, pero con el paso del tiempo, se levantó una segunda planta y se agregó un balcón que actualmente podemos apreciar, se encuentran en buen estado de conservación y es uno de los más largos de la Capital, por lo que Lima también es conocida como la Ciudad de los Balcones.

Desde este balcón era común ver a las tapadas observando los bailes de las fiestas, así como las corridas de toros y juegos artificiales que se desarrollaba en la Plaza de Armas. Por otro lado, cuentan las tradiciones que las damas se asomaban desde su balcón para observar el movimiento de la plaza sin ser vistas.

El General San Martín junto a su Estado Mayor recibió la ovación del pueblo desde este inmenso balcón, tras la proclamación de la Independencia del Perú, el 28 de julio de 1821.

Fue Declarada por el INC como Patrimonio Cultural Inmueble Colonial en 1974 y gracias a un programa de la Municipalidad Metropolitana de Lima, desde 1997 varias empresas “adoptaron” algunos balcones del Centro Histórico de Lima, por lo que se han podido recuperar 75 balcones, quedando aún 200 por restaurar.